Cine Fedora

Butaca roja

8:37 p. m.

El sombrero de James Cagney

Publicado por Carolina |

Siempre me han gustado las películas en blanco y negro, y cuando tengo el control del televisor suelo detenerme en el canal de cine clásico. Ante mi manía televisiva mi hermano se burla y me sugiere comprarme una T.V. en blanco y negro. Pero lo del color va más allá de las películas, también me gustan ciertas indumentarias muy usadas en los años 20 y 30 como los sombreros Fedora; estilo distintivo de los gángsters y detectives del cine de época.

Nacido con el nombre de una actriz de teatro el Fedora se convirtió en el accesorio imprescindible para caracterizar personajes de los bajos fondos hamponiles. Paul Muni y James Cagney los usaron en sus famosas caracterizaciones de mafiosos y Robert Stack hizo lo propio como el detective Eliot Ness de la serie The Untouchables. El Fedora propicia un acuerdo, una tregua entre policías y bandidos: ambos bandos los usan.

Le tengo especial cariño a James Cagney; a su porte, a su cínica sonrisa, a su extraño peinado, a su voz desafinada. Me gusta esa cosa de muchacho malo de barrio que ha pasado varias temporadas en correccionales, pero que tiene un toque fugaz de ternura. Ese James Cagney de Ángeles con rostros sucios (Angels with Dirty Faces, 1938) se ha convertido en mi actor favorito con Fedora; creo que fue él quien le dio la personalidad necesaria a este accesorio.

Hace unos días estuve en casa de un amigo y mientras husmeábamos en el cuarto de los recuerdos de su familia nos encontramos el sombrero que usaba su abuelo: un Fedora. Claro que me lo puse, por supuesto que intenté persuadir a mi amigo para quedármelo, pero el sombrero pertenece al altar de memorias familiares, tan invaluables como esa fotografía de Carlos Gardel en el balcón del Hotel Granada, el último lugar en que se hospedó antes de montarse en ese avión que lo llevaría a Bogotá.

Desde hace tiempo deseaba abrir una bitácora para hablar de cine, sin embargo no encontraba qué nombre ponerle, pero ayer encontré el nombre mientras miraba una fotografía de James Cagney. Él sonreía con malicia, casi haciéndome un guiño. Obviamente que lo llevaba puesto, ustedes lo saben.



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Carolina:

Yo, en mi también afán bloguero, ya ando por aquí dando vueltas y me apunto a la matiné. Muy bien por este espacio y los sombreros Fedora.

Lluís Salvador dijo...

Hola, Carolina:
Rservada la butaca, me abono a esta sala sin dudar. Ay, James Cagney, uno de los mejores actores que han habido jamás...
Bueno, a ver películas, y a leer sobre ellas, que es asunto siempre agradable.
Enhorabuena por la iniciativa.
Un saludo!

Avilio's Island dijo...

Saludos, Carolina,

Un día, por echármelas de atrevido, me fui al Pacific Place de sombrero de gángster y bluyíns ronchados. Daban Continental, un film sans fusils, canadiense, que creo deberías ver cuando el azar te lo permita. Qué bochorno: en la cola, un ejército de enfedorados espectadores, con bluyíns más rotos que los míos, para un film que más pacífico, imposible. Por suerte llevaba en una busaca la gorra de béisbol que acababa de comprar para un amigo dado aún a las ficciones adolescentes (él, que ya está rozando la cincuentena) que dividen las gorras en originales e imitaciones. Créeme, le debo el pellejo a aquella gorra, que he decidido conservar sin decirle nada.

El fedora no cayó en el olvido, sin embargo: me lo pongo en casa, para las películas, con palomitas de maíz y butaca. Gracias por sumar motivos para seguir usándolo.

Avilio

P.S. Había uno en La Trinidad, del abuelo materno, que quedó para solarium de bichitos casi microscópicos. Pregúntale a Luis, quizá él sepa algo.

Anónimo dijo...

A Cagney lo admiraron entre otros George C. Scott y John Travolta.

Perdóname Carolina, pero el Fedora de Bogart es mi favorito. Especialmente en The Big Sleep, aunque esto más bien se debe en que tengo crush mayúsculo por la Bacall de esa película.

Carolina dijo...

Hola, Gustavo, pues sí por acá la seguimos. Recuerda que nos debes tu reseña sobre Bergman ;)
Lluís:
Me alegra que compartamos el gusto por las actuaciones de James Cagney. Saludos y gracias por sumarte.
Avilio:
Alguien me contó el caso de un empresario norteamericano que estuvo involucrado en algunos delitos y que durante el juicio en su contra tuvo la genial idea de ponerse un fedora. Ya sabrás el veredicto... En cuanto al uso que le das a tu sombrero te cuento que a falta de fedora tengo un brixton y suelo usarlo mientras escribo. Manías que tiene una.
Víctor:
Definitivamente tú no tienes remedio. Un sombrero es un sombrero y un trasero es un trasero. O como dijo alguien por ahí: "esto no es una pipa".
Saludos y gracias a todos por compartir sus manías, gustos y ocurrencias.
P.D. Avilio, se me olvidaba: el sombrero del abuelo está en Maracaibo. Es el sombrero del que hablo en el post. Lo de la foto de Gardel es puro cuento, piquete de narradora.

Natasha Tiniacos dijo...

Carolina:

Me leo en tu texto porque usualmente me estaciono en los canales de películas clásicas, para el asombro de mi esposo quien infiere en mi contemplación como lo hace tu hermano. Me declaro adicta a la textura de la imagen y en general todo el arte, muy orgánico. Tengo un gusto especial por las escenas en los carros y en las cabañas, esos lugares en las afueras que suelen ser zona franca, territorio de reconciliación, y sobre todo cuando se corre la sábana que divide el cuarto. Mi idilio lo provocan Gregory Peck y Cary Grant. Dos líneas de Brief Encounter:

-Where is the sugar?
-Is in the spoon.

Anónimo dijo...

¿Bacall sólo un trasero? ¿Y esa voz, esas piernas —resalto los tobillos en la falda medio paso—, esos ojos y la mirada decidida? Caiga sobre tí anatema en blanco y negro, Carolina.

Carolina dijo...

Natasha:
Gregory Peck era un encanto y entre los galanes de cine es uno de mis favoritos. Cary Grant también era un hombre guapo y seductor, pero prefiero la belleza serena de Peck.
En cuanto al cine en blanco y negro estoy totalmente de acuerdo contigo y agregaría un añadido fundamental, los guiones: "Toto,tengo la sensación de que ya no estamos en Kansas"
Querido Víctor:
¿Qué querés que te diga? Está bien, ganaste, toda Bacall es tuya. Toda.

Anónimo dijo...

Carolina:

Me quedo con Bacall, claro. Y también con Peck, sobre todo el de "To Kill a Mockingbird", obviamente, y por el menos conocido "Twelve O'Clock High", donde al final el desplome emocional del personaje todavía me da escalofríos.

PD: Al otro día de dejarte el comentario, mi amigo Dean Goldberg trajo su fedora a la universidad. Dijo que si vienes a NY te llevará al club de los "fedora fans".

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